En este número tenemos el placer de charlar con David Rojo Pascual, experto urbanista especialista en sostenibilidad urbana, Asesor Breeam Urbanismo y que además tiene su estudio en el municipio de Pozuelo de Alarcón.
Redactor: Juan Pablo Montero
Antes de empezar la entrevista David, preguntar por qué te decantas por estudiar arquitectura. ¿Siempre fue tu sueño?
Debo admitir que no era mi primera opción. Siempre me ha gustado mucho el dibujo y las artes plásticas pero al mismo tiempo me gustaba mucho la física porque tuve un profesor en el colegio, Don Tomás, que me metió el gusanillo. Supongo que la elección de la carrera fue un poco porque las asignaturas cuadraban conmigo. Me atraía lo que se enseñaba en la Escuela de Arquitectura aunque todavía no tenía una percepción concreta de lo que significaba ser arquitecto.
En 2022 los modelos de ciudad poco o nada tienen que ver con las del siglo pasado ¿Estás de acuerdo?
Me encantaría responder que sí, pero la realidad es que la evolución de la ciudad está tardando más de lo deseado.
Los procesos de planificación, gestión y ejecución urbanística duran demasiados años y los urbanistas estamos acostumbrados a decir que los tiempos urbanísticos se miden en lustros. Eso tiene como consecuencia que nos encontremos casi siempre con diseños o conceptos urbanos que, una vez se materializan, se comprueba que han quedado obsoletos. Las ciudades actuales son el resultado de una estrategia que en el mejor de los casos se gestó hace veinte años y que se ha visto modificada paulatinamente en base a las necesidades sociales, económicas y medioambientales que van surgiendo durante la vigencia del planeamiento general que las soporta. Algo que me gusta recordar es que la gran mayoría de los planes generales de los municipios de la Comunidad de Madrid fueron aprobados cuando no existían Internet ni teléfonos móviles. Imagínese las implicaciones que puede tener estar trabajando con modelos “analógicos” en un mundo completamente digital.
Podría decirse que la principal diferencia entre las ciudades de finales del XX y las que ahora pretendemos replanificar es la introducción del concepto de hiper-flexibilidad para intentar paliar este desfase analógico-digital. Para ello, la conexión público-privada, que antes era casi inexistente, cada vez está tomando más relevancia y parece que se ha entendido que la ciudad solo puede evolucionar desde esta colaboración.
La sostenibilidad es un nexo obligatorio con la arquitectura y el plano urbanístico actual
Ninguna actividad en el planeta debe quedar fuera del filtro de la sostenibilidad. Los arquitectos y urbanistas tenemos una responsabilidad ineludible de asumir la sostenibilidad como una metodología de nuestro trabajo, no como un anexo. Debemos entender que la sostenibilidad pasa por cambiar nuestra manera de hacer las cosas a todos los niveles.
Sin embargo, me gustaría que no redujeramos la sostenibilidad únicamente a la parte medioambiental y que empezáramos a hacer pedagogía con esto. La sostenibilidad es un concepto que se apoya en tres patas. Medioambiente, sí, pero al mismo nivel, Sociedad y Economía. Tanto la arquitectura como el urbanismo solo tienen sentido si se aplica la triple perspectiva y un edificio o una ciudad solo será sostenible si cumple los tres aspectos.
¿Madrid como ciudad cómo la definirías?
Siempre he visto a Madrid como una suma de ciudades muy diversas entre sí. Una ciudad grande en la que sin embargo puedes vivir dentro de tu propio barrio como si fuera un universo independiente. Este modelo de suma de ciudades se ha replicado hacia el exterior y la ciudad se ha ido difuminando y convirtiéndose en un área metropolitana que trasciende incluso de los límites de la Comunidad.
¿La Agenda 2030 cómo afecta al plano arquitectónico y urbanístico?
Lo afecta a todos los niveles. Como decía antes, nos obliga a cambiar la metodología de trabajo. Si cogemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marca la Agenda uno por uno, entendemos que todos deben ser aplicados en nuestros entornos urbanos, por pequeños que sean. Hay que tener en cuenta que si no hubiera asentamientos humanos no estaríamos hablando de sostenibilidad y por lo tanto, la sostenibilidad pasa irremediablemente por la huella que dejamos en el territorio. La responsabilidad que tenemos los arquitectos (o teníamos, porque se nos acaba el tiempo) para colaborar a implantar la Agenda en nuestras ciudades no tiene discusión.
¿Quiénes son tus referentes?
Mis referentes siempre son personas cercanas con las que tengo el placer de vivir o trabajar. Creo más en quien conozco personalmente que en la imagen proyectada de alguien con el que no he hablado nunca. El trabajo que realizamos los urbanistas es la suma de muchos profesionales y los resultados siempre dependen de la calidad de los compañeros de viaje por lo que es muy importante que la gente que te rodea te inspire.
¿En este momento cuál es el nivel arquitectónico y urbanístico en nuestro país?
El nivel arquitectónico ha mejorado bastante en la última década, creo que en parte porque empiezan a verse los resultados que las Escuelas de Arquitectura han realizado en las últimas décadas. El resurgir tras la crisis también ha ayudado a pensar las cosas con más calma y que la arquitectura de la inmediatez haya sido en parte superada. En todo caso, el nivel arquitectónico no lo marcan solo los arquitectos, sino fundamentalmente los promotores y en ese sentido las promotoras han evolucionado notablemente y los arquitectos son cada vez más libres para diseñar.
En el plano urbanístico diferenciaría dos aspectos. El diseño urbano, entendido como urbanización, parques y espacio público en general, en el que el avance del país es notable y considero que tenemos un nivel bastante elevado ya que prácticamente en todos los municipios del país se pueden ver buenas intervenciones paisajísticas. Y por otro lado el urbanismo o planificación urbana, en el que se debe poner el foco en la regeneración urbana de la ciudad existente por encima de los nuevos desarrollos. Solo así podremos superar el modelo de ciudad expansiva del siglo pasado.
¿Si tuvieses que definir tu estilo cuál sería?
Sostenible.
La realidad es que el urbanismo se moldea a través de muchos factores. El trabajo en equipo de numerosos profesionales, las necesidades sociales, los intereses políticos, las afecciones medioambientales, de infraestructuras, y un largo etcétera. El urbanismo ya no lo diseñamos sobre un papel, sino que es el resultado de un análisis exhaustivo de los datos y su diagnóstico posterior a través de metodologías adaptadas que permitan obtener resultados sostenibles óptimos. Sé que suena muy poco poético, pero es que el urbanismo debe trascender de las ideas personales artísticas para ser el resultado de las necesidades reales de la ciudad. Tenemos mucha responsabilidad en esta ecuación.
¿Si te preguntase por una ciudad sostenible qué ciudad destacarías?
Creo que en Europa podría decir Amsterdam o Copenhague por haber implementado el sistema de transporte en bicicleta de manera eficaz. Esto es así porque, medioambientalmente tiene emisiones cero, socialmente supone una mejor calidad de vida y un grado de felicidad más elevado además de mejorar la cohesión social y, por último, porque económicamente es muy ventajoso para toda la población el ahorro en primera persona en vehículos privados y combustible, por no hablar del ahorro que una buena salud general de la población potenciada por el esfuerzo físico supone de ahorro para el sistema sanitario.
A nivel usuario, si queremos construir o adaptar nuestra casa y contratamos un equipo de arquitectura ¿Qué aspectos deberíamos tener en cuenta para que la construcción u obra estuviera enfocada en los criterios de arquitectura sostenible?
Lo único que recomendaría es que la construcción estuviera certificada por una entidad externa independiente, como BREEAM, LEED, GBe, etc. Estas certificaciones tienen perfectamente tasadas todas las características de sostenibilidad que debe cumplir un edificio, incluso en puntos que a lo mejor no son tan evidentes a priori. Eso nos garantiza dos cosas. Que estamos aplicando todos los criterios de sostenibilidad posibles y que el resultado final es realmente el esperado.