Redactor: Juan Pablo Montero

Lucía Galán es la pediatra más reconocida del panorama nacional, sus libros publicados y sus intervenciones en diferentes medios han hecho que sus consejos hayan calado en la sociedad. En esta ocasión nos presenta La vida va de esto, una obra escrita de forma exquisita en la que nos muestra sus experiencias más personales como madre, pediatra, pareja y mujer de éxito.

 

Noveno libro que publicas, ¿Cuáles son las sensaciones?

Estoy feliz, muy feliz. El lanzamiento de cada libro es especial, es como el nacimiento de un nuevo hijo, lo vives con ilusión, intensidad y con mucha emoción.

 

Si lo comparamos con un hijo, no se me ocurriría preguntarte a quién quieres más

(Risas) No hombre, no hay nada que se pueda comparar al amor a unos hijos. No hay nada igual.

 

¿Por qué este libro ahora?

Venía de publicar hace dos años El gran libro de Lucía, mi pediatra, un manual de consulta rápida en el que puedes consultar todas las dudas sobre tus hijos y mis seguidores en redes sociales no dejaban de lanzarme mensajes pidiendo que volviera a escribir, entonces recogí todas esas peticiones y decidí escribirlo.

 

Empiezas el libro apodándote como viejoven…

(risas). Bueno, esto fue un comentario de una chica que me escribió y me dijo “qué joven eres y qué vieja escribes; con la sabiduría de alguien que ha vivido muchas guerras y celebrado muchas alegrías”. Me gustó tanto que decidí meterlo en el libro al principio.

 

¿Para ser un buen padre es necesario hacer un ejercicio de autocrítica?

Sí, es un aprendizaje continuo y mutuo, no podemos ir por la vida dando lecciones. Los principales aprendizajes en la vida los extraemos de nuestras equivocaciones y de esas conversaciones que tenemos con nosotros mismos a raíz de esos tropiezos. Debemos tener una buena dosis de humildad.

 

La adolescencia causa terror a los padres, ¿por qué?

Pues sí, y me da mucha pena porque es una etapa fascinante para tener una nueva relación con tus hijos. En ese momento te das cuenta de que te conocen mejor de lo que piensas y que van a ser tu punto de apoyo en muchos momentos. Llegamos a la adolescencia con la sensación de que ya lo hemos hecho todo, de que ya está todo el pescado vendido, y nada más lejos de la realidad. Cuando llega esa etapa nuestros adolescentes nos siguen necesitando, de nuestra calma, de nuestros conocimientos, de nuestra reflexión.

Es curioso como todos los padres se preparan para la llegada de un bebé leyendo libros, pero no lo suelen hacer cuando se desencadena la adolescencia.

 

Es el primer momento en el que nuestros hijos marcan distancias con los padres

Sí, cuando nuestros hijos son pequeños nos necesitan para todo; no callan, de por sí, hay momentos que tenemos que decirles que paren un poco de hablar, pero cuando llega la adolescencia eso cambia. Nuestros hijos están en una etapa de búsqueda de respuestas sobre su identidad física, intelectual, sexual y en esa búsqueda de respuestas ellos pasan mucho tiempo solos, ya no nos necesitan tanto como antes. Esa separación es necesaria para poder hacerse las preguntas.

 

Eso sí, hay que saber aprovechar esas ventanas de oportunidad que se abren de vez en cuando. Ese momento en el que te dicen mamá puedes venir un momento a la habitación y te cuentan algo súper importante, hay que saber estar a la altura porque puede ser que esa ventana no se vuelva a abrir en mucho tiempo. Esas oportunidades no las podemos perder. Tenemos que entender que nuestra relación va a cambiar.

 

La abuelita Juli, ¿Quién era?

En este libro quería hablar de la muerte y no encontré mejor manera que hacerlo a través de la abuela de mis hijos, la abuelita Juli. Le diagnosticaron un cáncer de páncreas y se nos fue en tres meses. En ese tiempo tuve tiempo de preparar a mis hijos para el duelo, los padres siempre tenemos que tener una respuesta. Es un capítulo muy emocional.

 

La salud mental también tiene un hueco en el libro

No hay salud sin salud mental, por muy fuertes que nos creamos si nuestra salud mental flaquea nada va a funcionar. La pandemia ha puesto en evidencia las carencias tan grandes que tenemos en este país con respecto a otros países europeos.

 

¿Somos mejores después de la pandemia?

No, la situación es peor. La sanidad está desbordada, las listas de espera han aumentado y hay muchas familias sufriendo el duelo por tantas pérdidas.

 

¿Para cuándo el próximo hijo, digo el siguiente libro?

(risas). Bueno de momento lo próximo son los cuentos de verano y después ya veremos.