Nuria Pérez es una gallega que rápidamente hizo la maleta para desarrollar su trayectoria profesional, Milán y Londres fueron dos destinos en los que desempeñó la labor de directora creativa en agencias de publicidad. Sus campañas han sido galardonadas en los festivales de Nueva York y Cannes
En este momento está al frente de uno de los proyectos sonoros más importantes del panorama del podcasting de nuestro país: Gabinete de Curiosidades, en el que lleva cuatro temporadas disfrutando y emocionando a diferentes generaciones. Ha sido reconocido como uno de los podcasts narrativos en español con más audiencia y mejor valorado en los últimos años. Ha ganado diferentes premios, incluido el Premio Ondas 2021. Su anterior libro es El monstruo del monóculo y otras bestias demostró que maneja la pluma de forma magistral.
Redactor: Juan Pablo Montero
¿Por qué cambias tu vida profesional por el podcast y la escritura?
Bueno, la publicidad la dejé cuando volví a España porque tenía niñas pequeñas, el mundo de la agencia no es compatible con la maternidad ya que es uno de los peores ambientes si quieres intentar conciliar y también porque mi castellano se había resentido mucho, llevaba más de veinte año fuera y trabajar de redactora aquí en España se me hacía un poco complicado.
Durante unos años estuve impartiendo clases sobre pensamiento creativo. Podemos decir que fue una época un poco puente en la que fui recuperando el idioma y luego con otro amigo publicista empezamos Gabinete de Curiosidades. Si es verdad que yo sí que había hecho algo de radio cuando era muy jovencita, con lo cual el mundo sonoro sí que me era familiar, pero en ese momento fue un proyecto que empezamos muy a nivel personal. Coincidió que los dos teníamos niños adolescentes y creíamos que eran temas que teníamos que tratar.
Me parece curioso que perdieses el castellano…
Sabes qué pasa, que al principio me mudé a Italia y luego también estuve muchos años en Inglaterra, pero cuando tienes que adquirir un idioma tan similar como el italiano el cerebro confunde mucho y como yo era redactora allí y luego directora creativa me obcequé mucho en aprender el italiano perfectamente; leía todo en italiano, hablaba en italiano, todo en italiano… Me casé con un italiano (risas). Mi lengua materna no la utilizaba. Además, hay que sumar que cuando me trasladé a Inglaterra el español pasó a ser tercer idioma porque mi familia era italiana y allí hablaba en inglés. Llegar aquí y pretender que se me pagara por escribir un texto no me parecía justo.
¿Qué es un Gabinete de Curiosidades?
Fueron los precursores de los museos, pertenecían a personas que eran navegantes o que tenían la posibilidad de viajar y a su vuelta generosamente tenían la amabilidad de abrir sus casas para que la gente descubriese utensilios y herramientas totalmente desconocidas. Esto abrió la cabeza a muchísima gente al comprobar que la cosas se hacían de diferente manera o que la gente no se vestía igual en África o en América. Fueron personas que quizás no se les agradece lo suficiente lo que hicieron, sin ellos no tendríamos hoy en día los museos o la gente no se hubiera planteado que las cosas se pueden hacer de otro modo y no hubiéramos crecido como sociedad. Creo que esto es lo que nos falta ahora, no somos curiosos, nos basta con leer un titular para crearnos una opinión o ver que nos lo diga el influencer de turno. Volver al espíritu de antes y comprobar que las cosas se pueden hacer de otra manera ahora está de moda.
Este sería el porqué del podcast, no teníamos límite de tiempo para contar cosas.
¿Esa generación masticaba más los contenidos?
Fuimos la última generación lenta, aprendíamos a tener paciencia y a esperar, a que tu hermana colgase el teléfono o que llegase la carta que le habías mandado a tu novio. Por lo tanto, esa espera la trasladábamos al estudio o la lectura. No nos asustaba leer una novela de más de 300 páginas o esperar a que se estrenase una serie una vez a la semana.
¿Qué quieres que descubran tus lectores con este libro?
Hay una intención personal, el dejar un legado a mis hijas de cómo vivimos, de cómo crecimos y, por otro lado, una investigación. Estoy muy obsesionada con los hilos conductores, buscar lo que nos relaciona, lo que nos une, los famosos integrados de separación creo que siempre pueden ser reducidos a menos. Con este libro he buscado encontrar lo que nos une dando igual dónde hayas crecido. Demostrar que todos tuvimos ese grado de intimidad diferente al que tenemos ahora gracias a que teníamos el teléfono fijo o ese poco miedo al equivocarnos gracias a que todo era efímero.
Cada capítulo va tocando esas sensaciones y esas emociones que todos vivimos y que creo que merece la pena ser recordadas y que queden por escrito.