Hoy hablamos de innovación tecnológica con Juan Manuel Muñoz Guijosa, Vicerrector adjunto para innovación y transferencia y director de la OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), y con Javier Segovia, delegado del Rector de la UPM para el campus de Montegancedo que coordina esta sección del periódico. Juan Manuel es catedrático del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales.
Redacción: UPM
¿La universidad tiene que innovar?
La misión de las universidades cuando se crean cientos de años atrás fue la enseñanza. Esta misión es la que conoce fundamentalmente la sociedad porque nuestros hijos van allí a estudiar. Y esto fue así hasta el siglo XIX en que aparece el modelo universitario de Wilhelm von Humboldt, un profesor de la universidad de Berlin, que añadía una segunda misión: la investigación. El concepto de libertad de cátedra y de autonomía universitaria tiene sus raíces allí porque para investigar los profesores deben poder ejercer libremente un pensamiento crítico. Con el tiempo las universidades fueron adoptando ese modelo de “universidad de investigación” que es la prevalente actualmente en Europa y en todo el mundo occidental. La sociedad no es muy consciente de ello, pero el profesor universitario es docente y también científico o investigador. Y es ya a finales del siglo XX apareció una tercera misión: la transferencia de tecnología a la sociedad y la innovación tecnológica a partir de la investigación, que actualmente forma parte de las funciones de la universidad española por ley. No es fácil cumplir con las tres misiones, y algunas universidades están más avanzadas que otras en esta tercera misión.
¿Consideráis a la UPM un referente en innovación?
La UPM lidera prácticamente todos los rankings de innovación en España. Por ejemplo, es la primera universidad española en concesiones de patentes, y tiene una posición privilegiada no solo entre las universidades, sino también entre cualquier organismo español que genere conocimiento, ocupando la tercera posición absoluta en este indicador. Lo mismo ocurre en otros indicadores de transferencia, liderando en número de contratos de I+D, prestación de servicios, ingresos por licencias de patente y software o número de spin-offs creadas. Por darte una idea del volumen de esta actividad, te puedo decir que el 15% del presupuesto de la UPM viene de actividades de transferencias de tecnología. Entre 2008-2018 se ingresaron un total de 242,6 millones de euros de este tipo de proyectos con empresas.
¿Cuáles crees que son las razones de esta posición tan privilegiada?
La innovación es una de las razones de ser de la UPM. Hay que tener en cuenta que la UPM está centrada en las ingenierías, e ingeniería e innovación van de la mano. Nuestra comunidad sabe que tiene la capacidad de mejorar el mundo a través de la ingeniería, resolviendo los problemas que le ha tocado vivir (innovación) mediante la concepción de nuevos conocimientos científicos y su aplicación a través de nuevas tecnologías (investigación y desarrollo) formando en su utilización, de un modo socioeconómico y medioambientalmente responsable, a nuestros alumnos, que serán los encargados en el futuro de gestionar dicho cambio (docencia). Esta visión se despliega dentro de la universidad mediante una infinidad de procedimientos e instrumentos, que llevan muchos años madurando, perfeccionándose y dando sus frutos. Las fronteras de la UPM se extienden mucho más allá de las de sus diferentes campus, gracias a las innumerables relaciones a largo plazo que ha ido creando a lo largo de los años con grandes empresas nacionales e internacionales, Administraciones Públicas, Organizaciones No Gubernamentales, Asociaciones, Fundaciones, Hospitales, entidades financiadoras, etc., que permiten una estrecha colaboración para detectar los grandes problemas a resolver, y planificar y controlar la forma de resolverlos.
¿Puedes explicarnos cuáles son estos instrumentos?
Contamos, por ejemplo, con más de 70 Cátedras Universidad-Empresa, que son un modo extraordinario de establecer relaciones bidireccionales a largo plazo con organizaciones externas a la Universidad. También fomentamos la formación espontánea de Comunidades de Investigación e Innovación, orientadas a los grandes problemas de los que hablaba anteriormente, como la salud, el agua, la movilidad, la descarbonización y reducción de emisiones contaminantes, la agricultura, el hidrógeno, la neurociencia, los materiales, la agricultura, la economía circular o la ciencia abierta y las grandes infraestructuras científicas. Hemos creado también hubs de innovación con marketplaces digitales, que permiten a las empresas comunicarnos sus necesidades científicas y tecnológicas, de forma que podemos ponerles en contacto con los grupos de investigación más adecuados en cada caso. Junto con la Escuela Internacional de Doctorado, no descuidamos la formación en innovación a nuestros doctorandos, que serán los futuros encargados de generar y transferir el conocimiento. Tampoco descuidamos la difusión a la sociedad del trabajo de nuestros investigadores, a través de nuestra Unidad de Cultura Científica, y la puesta a disposición de la comunidad de todos los resultados de investigación, mediante nuestras políticas de ciencia abierta. Por supuesto, contamos con un servicio de protección, promoción y comercialización de resultados de investigación y gestión de la colaboración público-privada.
¿Qué tiene de particular el campus de Montegancedo en este contexto?
El campus tecnológico I2Tech de Montegancedo tiene ocho centros de investigación y una Escuela Superior de Ingeniería. Esa composición hace que por su misma naturaleza esté más centrado en la segunda y tercera misión de la UPM, es decir, en la I+D y en la transferencia de tecnología y la innovación. Y es una de las razones por la que se creó allí el Centro de Apoyo a la Innovación Tecnológica (CAIT), que tiene como objetivo fundamental impulsar la explotación de resultados propios de la actividad de I+D y también servir de estímulo al proceso innovador en el ecosistema empresarial cercano a la UPM.