Silvia Cintrano
Psicóloga y directora de la Unidad de Pareja y Sexología del Instituto Centta
Las celebraciones son importantes, lo sabemos. Es un momento para compartir, una excusa para juntarnos —siempre que las pandemias y el sentido común lo permitan— y un tiempo de disfrute. Y ese es el objetivo de cualquier celebración: disfrutar sintiéndonos arropados, acompañados.
San Valentín no iba a ser una excepción. Sin embargo, en torno a este día existen ciertos estándares o expectativas muy exigentes. Celebramos el amor, pero lo celebramos de la manera en que nos muestran que hay que celebrarlo: champagne, fresas, flores, bombones y corazones. Hay que ser romántico, y siempre dentro de este estilo de romanticismo. Pero si el objetivo es que la otra persona se sienta querida, cuidada, apreciada… existirán un sinfín de maneras de conseguirlo. Y el romanticismo puede ser del gusto de muchos, pero no tanto de otros. Por lo que buscar otro tipo de demostraciones de afecto es igualmente válido, aunque no cumplan los “estándares” de este día.
Para muchas otras personas este día da lugar a la excusa perfecta para poder cuidarse de forma especial y salir de la rutina (coincida exactamente o no con el 14 de febrero). Nos da un espacio para aprovechar la oportunidad y hacer algo diferente, al igual que las vacaciones, los aniversarios o las fechas importantes. Por tanto, su celebración dependerá del sentido y del significado que le dé cada pareja, cada país y cada cultura.
Sin embargo, San Valentín no es omnipotente, no puede —o por lo menos no debe— ser el responsable y encargado único de cuidar una relación. No es posible que una relación solo se sostenga por él, y se olvide de los otros 364 días del año. Porque, aunque San Valentín es el día para celebrar el amor, la intimidad, el afecto…, hay muchos otros momentos que necesitamos expresarlos y que nos los expresen. No caigamos en olvidarnos de los demás instantes y esperar únicamente al aviso del calendario para cuidar y mimar de las personas que queremos y con las que queremos compartir nuestra vida entera, no solo “Días de San Valentín”.