El pasado de la localidad arrastra más historia de lo que se puedan imaginar sus vecinos. Con más de 86.000 habitantes, este municipio del noroeste de la capital es uno de los destinos más demandados por parte de grandes personalidades para fijar su residencia.
Pozuelo de Alarcón es una de las localidades españolas que goza de mejor fama, en lo que a calidad de vida se refiere. Son muchos los personajes relevantes que viven en este municipio madrileño. Jugadores de fútbol, políticos, empresarios, presentadores o científicos eligen Pozuelo como lugar de residencia. Los motivos son muchos y muy variados. Desde la cercanía a la urbe principal, la buena comunicación, gracias a los transportes públicos y las vías de acceso, numerosas zonas verdes o el bien más preciado, la tranquilidad.
Además, cuenta con un número elevado de centros educativos. Dentro del municipio se encuentran el campus universitario de la Universidad Complutense de Somosaguas y el de la Universidad Politéctica de Montegancedo. Poca tasa de paro, viviendas de calidad o multitud de centros sanitarios, son otras de las cualidades del municipio.
Historia de Pozuelo
Uno de los historiadores que más se han interesado por la localidad ha sido el estudioso Ángel Montero, el cual ha centrado parte de su investigación en uno de los personajes más célebres con los que ha contado el municipio. El personaje en cuestión fue Don Francisco de Húmera, nació en 1536 en Pozuelo de Aravaca -todavía no tenía el apellido Alarcón ya que el pueblo aún pertenecía al sesmo de Aravaca-. Este personaje fue ordenado presbítero en Toledo y desde donde partió a Roma. Allí, en la capital italiana, fue capellán de don Juan de Austria y del duque Alejandro de Farnesio cuando fueron designados gobernadores en los Países Bajos.
Años después, cuando regresó a la Villa, fundó un pósito de pío de trigo. Este fue utilizado, sobre todo, por los jornaleros pobres que habitaban en el pueblo perteneciente a Aravaca. En la época fue toda una revolución ya que las necesidades de los habitantes de la Villa eran muchas. Este personaje histórico, por lo tanto, puede considerarse como el primer impulsor del pueblo. Impulsó a Pozuelo económicamente.
No fue hasta el año 1632, cuando don Luis de Ocaña y Alarcón pidió a Felipe IV comprar el pueblo y de esta manera independizarse de Aravaca. A partir de aquí pasó a llamarse Pozuelo de Alarcón -tampoco se quebraron mucho la cabeza con el nuevo nombre-.
Siglo XX
En el siglo pasado, en los inicios, poco tenía qué ver el municipio con lo que hoy conocemos. Industrialmente contaban con 19 fábricas de curtidos. El centro neurálgico se encontraba en la zona de La Poza, donde se bajaba a lavar y a recoger agua. El ayuntamiento estaba enfrente de la antigua plaza de toros y el actual ayuntamiento todavía era un convento. La llegada de la guerra civil y la proximidad del municipio con el frente hizo que fuera destruido gran parte de éste. Son pocas las construcciones que continúan en pie después de esa época. Eso sí, los 81 años que han transcurrido desde este fatídico episodio han servido para convertir Pozuelo, como decíamos al principio del texto, en uno de los pueblos más importantes y prósperos del panorama nacional.
Curiosidad
Si quieres visitar la construcción más antigua de la localidad te tienes que desplazar hasta La Cruz de la Atalaya. Construida en 1731 en honor de Antonio de la Torre, caballero de la Orden de Santiago, separaba los tres municipios: Aravaca, Pozuelo y Húmera. El monumento se encuentra en el Camino Viejo de Húmera. En las fiestas patronales se sigue peregrinando hasta la edificación.