Redactor: Juan Pablo Montero
Con un currículo envidiable, además de escritora, Alicia Vallina nació en Pola de Siero y se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. También se ha formado en Arte Moderno y Contemporáneo, doctorándose en Arte y en Estudios del Mundo Antiguo en las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid. Además, a lo largo de su carrera ha sido directora técnica del Museo Naval de San Fernando-Cádiz y ha trabajado en las Subdirecciones Generales de Museos y de Protección de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura del Gobierno de España.
¿Por qué esta historia? ¿Cómo llega a ti? ¿Quién te habló de ella?
Cuando descubrí el Museo Naval de San Fernando en Cádiz me impresionó la sobrecogedora ausencia de mujeres en el discurso expositivo, me pareció curioso que no hubiera en ocho siglos ninguna protagonista femenina que hubiera contribuido de alguna manera a forjar la historia de la armada
A través del coronel de Infantería de Marina, Luis Solá, recientemente fallecido, comenzamos a establecer una relación muy estrecha de amistad y él me mencionó que este personaje estaba recogido con unas breves líneas de referencia en una revista de Marina de 1901.
Más tarde, manejando unas fechas de localización más concretas, entre 1780 y 1800, me aventuré a visitar el Archivo General de Marina en el Viso del marqués, en la provincia de Ciudad Real, que es donde hoy se encuentra toda la documentación de nuestra armada. Entre los legajos atados con cuerdas apareció el nombre de Ana María de Soto y por supuesto de Antonio de Soto, natural de Aguilar de la Frontera.
Hacerse pasar por un hombre para entrar en el ejército, lo hace Ana María de Soto, pero ¿lo hicieron más mujeres en esa época?
Hubo muchas otras mujeres, las crónicas de la batalla de Lepanto hablan de María ‘La Bailaora’ un arcabucera enormemente valerosa y parece ser que estaba en el tercio de Lope de Figueroa o también está Isabel Barreto, la primera mujer almirante de la historia en ese último tercio del siglo del siglo XVI.
¿Cómo fue el proceso de documentación?
Durante cuatro o cinco meses tuve que hacer bastantes visitas al archivo del Viso y luego también consulté los protocolos notariales y el archivo de los Obispado de la provincia de Córdoba de donde era natural la protagonista. En general, fueron unos 14 meses y ese período de documentación previo que te comentaba.
Ana María no era como las demás niñas, no hablaba de esposarse, ni de tener descendencia, quería hacer lo que hacían los chicos. Quería vivir aventuras.
Efectivamente, Ana María no es como las demás niñas, no tiene nada que ver. Ana María es una mujer que tiene muy claro que quiere ser libre y que necesita encontrar el modo de alcanzar la libertad.
Ella en ningún en ningún quiere ser hombre lo que pasa es que rechaza la condición de mujer porque esto le impide alcanzar su sueño, el de ser libre. Partiendo de esta premisa, el personaje principal se transforma, se acepta y se va reconociendo. Además se rodea de numerosos personajes masculinos. Recordemos que hay personajes masculinos que también gracias a ellos ella se siente acompañada y apoyada. Hay que recordar que cuando uno se alistaba la Armada Española lo hacía por 6 años, es imposible que en un periodo de seis años no la reconocieran.
¿Quién es Manuel y qué importancia tiene en la novela?
Es un personaje fundamental, me gustaba que hubiera un personaje de origen asturiano pues yo soy asturiana y me apetecía que este personaje fuera especialmente singular en el sentido de que acepta los contratiempos y las pesadumbres de la vida. Gracias a él Ana María de Soto descubrirá lo que es el valor de la amistad y del compañerismo.
¿Este momento, hablando de machismo, dista mucho del siglo que relatas en el libro?
Creo que en 10 años se ha avanzado a pasos agigantados, pero todavía nos queda muchísimo por recorrer, ahora es el momento para que reivindiquemos nuestra posición en el mundo y para que seamos valientes. Es nuestro momento, y con la ayuda de los hombres por supuesto, las mujeres estamos haciéndonos cada vez más fuertes. Creo que tenemos que sentirnos orgullosas y agradecidas de las que nos precedieron y trabajaron para que llegásemos donde estamos ahora.
¿Orgullosa porque el municipio de Pozuelo se fijase en ti y en David para entregar el premio a mejor novela histórica?
Enormemente orgullosa y feliz. Estoy muy agradecida al Ayuntamiento de Pozuelo y a la ‘Asociación de Escritores con la Historia’. Además, me hace mucha ilusión formar parte de la asociación con escritores de la talla de Isabel San Sebastián que para mí es mi madrina, además con la que comparto editorial.
¿Próximo libro?
Estoy documentándome para escribir una historia apasionante, cuya protagonista va a ser una mujer una mujer real, prácticamente desconocida, por no decir desconocida, como Ana María de Soto y que tiene detrás un bagaje y unas vivencias absolutamente increíbles.