Redactor: Juan Pablo Montero
Periodista, escritora y tremendamente enamorada de los secretos del universo, esta es la carta de presentación de nuestra protagonista. Carme Chaparro nos habla de ‘No decepciones a tu padre’, novela que cierra una trilogía adictiva hasta la extenuación.
Con ‘No decepciones a tu padre’ cierras una trilogía que te ha encumbrado entre las autoras de la novela negra. ¿Cuál ha sido más difícil de escribir de las tres?
La más difícil fue la segunda por el vértigo y la responsabilidad de hacer algo que estuviera en consonancia con la primera entrega. Escribir esta última ha sido un disfrute. La verdad es que ha sido un regalo para mí.
El inicio es desgarrador, relatas el asesinato de dos chicas por un criminal despiadado e inteligente
Es una persona que repite algunos de los peores métodos de tortura de la historia humanidad. Ana Arén -la protagonista- hace frente a un caso que tiene una resonancia social brutal.
¿Ana Arén se enfrenta a su caso más complicado?
Creo que sí, la verdad es que le he dado muy mala vida en los anteriores libros (risas). Está marcada por su infancia, se ve como sus padres influyeron en su personalidad.
La protagonista rompe todos los clichés de un mundo en el que normalmente predominan los hombres
Sí, tradicionalmente la literatura policíaca tenía como protagonistas a dos tipos de personajes: parecidos a James Bond, guapos y seductores u hombres deprimidos que iban por la vida dando tumbos (risas). En la actualidad, en la que cada vez hay más mujeres escribiendo novela negra, existe otro punto de vista: personajes más humanos, que lloran ríen o se disgustan. Las mujeres hemos aportado mayor diversidad de emociones a este género.
Cuéntame cómo ha sido el proceso creativo
Ha sido bastante caótico, porque yo soy así a la hora de escribir. Hasta que no me siento y tecleo, no sé lo que va a ocurrir en la novela. Es mi forma de trabajar.
Se notan las horas de investigación y documentación
Es un poco el proceso que tenemos los periodistas, vamos resolviendo dudas a medida que nos las vamos encontrando. Para mí esto es mucho más divertido. Voy a la locura. Me dejo llevar.
El escenario es brutal, intimidante y te hace preguntarte cómo estando en el siglo XXI sigue ocurriendo esto. ¿Vivimos en pleno retroceso?
El poder no se posee, se ejerce. En la antigüedad era así y en este momento es igual. El poder normalmente se ejerce de manera represiva, no tanto el miedo a morir, pero el temor a una tortura larga o a sufrir de una forma cruel hacía que la gente bajase la cabeza. Ese era el poder de los reyes o de los señores feudales. En la actualidad no es tanto la tortura física, quizás es más la emocional. Lanzarte jaurías está a la orden del día en este momento.
¿Las redes sociales?
Efectivamente, se cancela a personas que han cometido actos negativos, pero luego se hace lo mismo con otras que no los han hecho, que no lo merecen. En muchas ocasiones pagadas por dinero de alguien a través de granjas de bots. Ese sería el verdadero miedo de la gente, el pánico a ser borrado socialmente.
Tenemos de vuelta al personaje de Inés Grau, antigua reportera que hace de todo para vengarse. ¿Todo vale en la comunicación?
Hay gente en los medios que lo hace por miedo a perder el trabajo y a la invisibilidad, a no ser reconocido por la calle, a no salir por la tele, a dejar de ser tertuliano en la radio y ese miedo los lleva a hacer cosas oscuras.
¿Vivimos en una sociedad cada vez más polarizada?
Hay que respetar lo que digan los demás hasta que eso que digan sea respetable. A un racista o a un homófobo no le puedo respetar. Le estamos dando legitimidad a personas con discursos que parecían ya superados y fíjate que a mí me gusta escuchar a gente que no piensa como yo, porque hay veces que cambio de opinión, pero hay cosas que son innegociables como los derechos humanos.
Ahora lo que toca es una novela en la que la astrofísica sea la protagonista ¿no?
Me encantaría. Es un mundo que me apasiona. Soy un poco friki. Una de las cosas por las que me da pena morirme es porque me iré sin conocer las grandes incógnitas del universo.