Fotografía: Arduino Vannuchi
Redactor: Juan Pablo Montero
El Periódico de Montegancedo charló y felicitó a Paloma Sánchez-Garnica por llegar a convertirse en finalista del reconocido Premio Planeta. Además, como no, hablamos de su espectacular y desgarradora novela Últimos Días en Berlín. Una historia que busca mostrarnos la cotidianidad de una época oscura a través de unos personajes perfectamente moldeados.
¿Abrumada por todo lo que está pasando está semana?
Estoy en un estado de disfrute consciente, desde el pasado 15 de octubre que Carmen Posadas dijo mi nombre estoy disfrutando muchísimo cada momento.
30 de enero de 1933, Hitler sube al poder. ¿Por qué elegiste esa época para desarrollar la novela?
Quería entender con historias a pie de calle, qué, por qué y cómo ocurrió todo. No solo el nazismo, que tuvo lugar en Alemania, sino también hablar de la otra cara de la moneda, el stalinismo. Cómo purgaron a una sociedad en la que el miedo iba creando monstruos a partir de personas buenas.
¿Cómo ha sido el trabajo de documentación en la novela?
Me documento siempre a través de la lectura, aunque es verdad que en esta ocasión he visto documentales, películas muy descriptivas, pero sobre todo lectura. Ensayos, biografías de personajes históricos influyentes, novelas actuales o de escritores de la época. Otra fuente que también utilizo son los diarios escritos por gente anónima; desde el nazi más convencido, hasta el que no lo era o el que vivía en Rusia y describía su experiencia en el gulag. He leído mucho y eso me ha dado la oportunidad de conocer las vidas de la gente cotidiana.
La historia es cíclica, pero no sé hasta qué punto. ¿Crees que el ser humano es capaz de repetir lo que ocurrió en Alemania o en Rusia?
El peligro siempre existe, Primo Levi, refiriéndose al horror del holocausto que él mismo vivió, dijo la famosa frase de Ocurrió y por lo tanto puede volver a ocurrir en cualquier momento otra vez. El peligro siempre existe, no podemos bajar la guardia. Pensamos que todos estos males que han ocurrido en el pasado no pueden volver a ocurrir, pero no es así, el ser humano comete los mismos errores una y otra vez.
¿En qué y en quién te basaste para desarrollar al personaje de Yuri, el protagonista de la novela?
El personaje está creado porque me leí el Doctor Zhivago, lo había leído hacía mucho tiempo y la verdad es que me había parecido un poco tostón, pero al releerlo hace dos veranos me pareció un personaje muy atrayente. Yuri es un homenaje a su nombre, aunque me interesaba más posicionarlo en otra época.
El trío amoroso de Yuri, Claudia y Krista es una de las piezas angulares del libro
Son dos mujeres contrarias que se enamoran apasionadamente de Yuri: Claudia y Krista. Por un lado, Claudia es una mujer casada, prohibida e inalcanzable, entusiasta del nazismo, su marido es un comandante de las SS y no hace nada, que realmente es lo que el nazismo quería de las mujeres. Por otro está Krista que es todo lo contrario, una alemana con unos principios, es médico. Son rivales ya que luchan por el mismo amor, pero luego evolucionan.
El papel de la mujer en la novela es esencial, se mezcla la fatalidad y la heroicidad.
Parece que en las guerras solo sufren los hombres, las mujeres siempre hemos estado ahí, hemos formado parte de la historia. Las mujeres alemanas no fueron consideradas por los vencedores como víctimas y se convirtieron en objeto de venganza en ese saco de resentimiento y de brutalidad que traía el ejército ruso. Fueron numerosas las violaciones que se produjeron y que se tuvieron que silenciar para recibir a los hombres vencidos. Por vergüenza o por miedo a ser rechazadas fueron silenciados esos sucesos.
También tiene un papel importante la Guerra Civil Española. Es curioso porque parece que muchos jóvenes desconocen estos hechos.
Ese es el problema, el desconocimiento del pasado. La Guerra Civil fue campo de pruebas de los alemanes y soviéticos. Ese desconocimiento es muy peligroso y es el que nos puede llevar a cometer los mismos errores.