Redactor: Juan Pablo Montero
Charlamos con Fernando Alfaro, orgulloso manchego y uno de los referentes de la música independiente en España. Primero con Surfin’ Bichos, después con Chucho y también en solitario. No evade la soledad, pero tiene una tremenda pasión por compartir su música. Estamos ante un artista ecléctico, creativo y pasional. ‘Corazón roto y brillante’ es su último trabajo con Chucho.
Hola Fernando, ¿Qué tal estás? ¿Cómo ha sido este último año?
Ha sido un año duro. Obviamente la vía principal de ingresos son los conciertos y estos se han visto afectados. Yo tengo la suerte de que también hago conciertos en acústico, no voy con banda. Interpreto temas de Surfin’ Bichos y de Chucho y la verdad es que está funcionando. Esto me facilita la movilidad y es más fácil que me contraten en salas.
El 27 de marzo íbamos a lanzar el nuevo disco y lo tuvimos que posponer al 19 de junio, para hacer la presentación y la gira, pero no pudo ser. Por desgracia, por la pandemia se empezaron a caer todos.
Es verdad que la música no es solo la banda de música, son todos los trabajadores que hay alrededor.
Eso es lo más terrible. En mi caso, la gente de mi grupo tiene otros proyectos, para que te hagas una idea, sobreviven no solo con nuestro proyecto. En mi caso en particular no he tenido que volver a los orígenes, llevo más de 20 años haciendo conciertos en formato acústico.
¿Qué queda de ese joven albaceteño que apostaba por el punk en los años 80? ¡No quiero decir que ya no seas joven!
Queda lo de albaceteño porque lo de joven… (risas). Siempre he dicho que desde un primer momento hacía un punk tímido o punk educado. Incluso cuando toco sin banda en mi interior toco como si la hubiera.
La vida cambia en muchos sentidos, sobre todo cuando tienes hijos. Cuando eres padre empiezas a tomarte menos en serio muchos de los contrapesos de la solemne juventud. Y luego, una cosa muy importante, es que te vuelves más descreído a medida que vas cumpliendo años. Le das más valor a vivir, comer o a hacer el amor (risas). Compartes el amor con los que te rodean.
Es curioso porque en vuestra época hacer música indie era algo muy diferente a lo que es ahora, en este momento la música Indie se ha convertido en casi un estilo.
Estoy de acuerdo, catalogarla como estilo musical nunca lo he llegado a comprender bien. Independiente era justo lo contrario, por la propia semántica de la palabra. Este movimiento empezó a finales de los 70, principios de los 80. El indie no era una forma de afrontar música sino una forma de afrontar el hecho.
Hay temas de Chucho que de forma consciente hemos tocado una serie de palos musicales como el jazz o el rhythm on beat y en otras hemos apostado con el indie rock. Nos gusta jugar con eso.
Lo que no me termina de convencer es el alejamiento de los inicios, de la renuncia a la libertad. En los primeros años estaba fuera de las corrientes mayoritarias, pero luego terminaba alimentándolas. Por ejemplo, recuerda el fenómeno Nirvana. Fueron muchos los que bebieron de su fuente.
Ahora mismo, en la actualidad, el indie se ha convertido en el nuevo mainstream.
¿Puede ser que Surfing Bichos tenga semejanza al grupo Carolina Durante en la actitud?
Sí, en la actitud sí. Tienen, al igual que nosotros en su momento, esa fe ciega, incluso vehemencia. Eso sí, teniendo en cuenta las diferentes épocas.
¿En tu trayectoria te ha marcado Amenabar?
Fue una especie de coincidencia de ambos a raíz de una de las primeras canciones del primer disco de Chucho. Exactamente la canción era el Detonador EMX-3 que fue banda sonora de Abre los ojos. A raíz de esto colaboramos con dos canciones más. A él y a nosotros nos gustó el resultado, tanto es así que las incluimos en el siguiente disco.
¿No os ofreció salir en la película? De haberlo hecho y haberos negado hubiera sido la segunda vez que te tuvieses que arrepentir de algo así.
No, la verdad es que no (risas). Eso sí, no salir en Amanece que no es poco de José Luis Cuerda es uno de nuestros mayores arrepentimientos. Cuerda era el tío carnal de mis primos y fuimos a ver el rodaje con la intención de que nos contratasen como extras y como no pagaban nada nos dio un poco de pereza… Aún nos arrepentimos de esa decisión. Siempre hemos sido muy seguidores de la película y del director.
¿Orgullo manchego?
Sí, la verdad es que sí. Cuanto más te alejas de tu tierra más la valoras. Estuve viviendo 10 años en Barcelona y me hice más manchego que cuando vivía en Albacete. Tengo una canción que se llama Velero, que precisamente protagoniza otro albaceteño orgulloso como Raúl Cimas, que habla de eso.
¿El último videoclip lo protagoniza Ernesto Sevilla?
Sí, Corazón roto y brillante. Tenemos muchas sinergias que se dice ahora (risas).
Seguimos recomendando grupos, me hablan muy bien de Lea Leone ¿Te suena?
Sí hombre, el otro día estuve viendo su debut en Barcelona. Fue súper emocionante, te puedes imaginar. No porque fuera mi hija, me hubiera emocionado igual. Pero sí, el hecho de que fuera mi hija lo hizo ultra emocionante. Tiene mucho talento, canta muy bien, mucho mejor que yo. Además, tiene un estilo muy suyo, muy definido. Sus textos son pura poesía.
Además, trabaja con Subterfuge, un sello con el que he llevado vidas paralelas y me encanta como trabaja.
¿Cómo se presenta el futuro de Fernando Alfaro?
Soy optimista de forma razonable. Viendo como van las vacunas, soy positivo. Ya vemos brotes verdes. Tenemos muchas ganas de tocar los temas de nuestro nuevo disco que por la pandemia no pudimos disfrutar en directo.