Los cambios climáticos que se están produciendo en el planeta Tierra son más serios de lo que nos podemos imaginar. El viejo continente está sufriendo los estragos de las variaciones climáticas y cada vez es más frecuente la aparición de fenómenos atmosféricos de magnitudes catastróficas. Por ejemplo, según un análisis de la prestigiosa revista británica Naturelas inundaciones son cada vez más graves en el noroeste de Europa, mientras que son más leves en el sur y este.  

La Universidad Politécnica de Madrid, que dispondrá de nuevas instalaciones en el sector Montegancedo de Pozuelo de Alarcón, se ha unido al estudio internacional liderado por la Universidad Técnica de Viena en el que han participado 35 grupos de investigación europeos. Las conclusiones reflejan que los cambios en las magnitudes de inundación observados en las últimas décadas se pueden atribuir claramente al cambio climático del que estamos siendo testigos en primera línea. 

Para realizar el estudio se utilizaron registros de 3.738 estaciones de medida de caudal en Europa, desde 1960 a 2010, recogidos en la European Flood Database. El análisis de los datos reveló diferentes resultados según la región europea considerada. 

En la investigación han intervenido científicos de renombre internacional, entre los que se encuentra Luis Mediero, miembro del equipo investigador y profesor de la ETSI de Caminos Canales y Puertos de la UPM. “Anteriormente no se había podido dar respuesta a esta pregunta a escala continental en Europa. Sin embargo, ahora podemos responder con confianza que sí, que efectivamente el impacto del cambio climático sobre la magnitud de las inundaciones es claramente visible a escala europea», explica Mediero. 

 

La situación actual de España 

En gran parte de España se ha observado una disminución de la magnitud de las inundaciones en las últimas décadas. El cambio climático está provocando la expansión de la célula de Hadley, cuyo borde superior asciende en latitud. La célula de Hadley es una célula de circulación cerrada de la atmósfera terrestre que domina la circulación global atmosférica en las latitudes ecuatoriales y tropicales. Las células de Hadley se extienden desde el Ecuador hasta latitudes de unos 30° en ambos hemisferios. 

Como consecuencia, la corriente en chorro subtropical del hemisferio norte también está ascendiendo en latitud, modificando las trayectorias de las tormentas que normalmente provocan las inundaciones en la Península. 

Además, en un estudio anterior a escala nacional realizado por la Universidad Politécnica de Madrid, también se atribuyó la reducción de la magnitud de las inundaciones en España al aumento de las tasas de evapotranspiración por el incremento de las temperaturas, provocando que los suelos estén más secos al inicio de las tormentas. 

“Estos cambios se producen en ríos con cuencas vertientes de tamaño medio y grande, ya que la base de datos utilizada no incluye las cuencas más pequeñas de unos pocos kilómetros cuadrados, que normalmente no están monitorizadas”, explica Luis Mediero. 

Por ejemplo, con el cambio climático del que estamos siendo testigos, las tormentas que asolaron Madrid en el 2019 serán cada vez más severas y, sobre todo, usuales.  

 “En estas cuencas más pequeñas”, continúa, “las inundaciones están provocadas por tormentas convectivas de corta duración y gran intensidad. Con el cambio climático se espera que estas tormentas sean más severas, ya que al aumentar las temperaturas, el aire es capaz de almacenar una mayor cantidad de vapor de agua. Por tanto, se prevé un aumento en la magnitud de las inundaciones pluviales en zonas urbanas y fluviales en barrancos y ramblas.”