Juan Pablo Montero
Redactor Jefe ‘El Periódico de Montegancedo’
La transformación digital ya no es una quimera; es una obligación. La pandemia ha obligado a España a adelantar los tiempos, para que os hagáis una idea, hemos acelerado cinco años los hábitos digitales en el hogar y las empresas. Para poner en valor lo que ha ocurrido desde la aparición de la covid-19, lo que ha sucedido durante la pandemia es como si las gentes del siglo XVI viajasen directamente al XVII en apenas un año.
‘La Sociedad Digital en España 2020-2021: El año en que todo cambió’ nos dice que la aportación de la actividad digital a la economía española se aproxima ya al 19% del PIB, por encima de la media de los países de las Naciones Unidas. Estos datos son abrumadores y a la vez esperanzadores ya que hará que muchos segmentos de la economía no se queden estancados.
El auge del teletrabajo, de las clases online o del ecommerce ha hecho que aumente exponencialmente el tiempo invertido en los sistemas tecnológicos. Cinco años atrás era impensable que gran parte de la sociedad tuviera tarifa plana de datos en los terminales móviles. Hoy en día es algo normal.
El aumento de las compras online ha sido sobrecogedor, pero aquí está ‘el quid de la cuestión’ y la pregunta del millón ¿debemos seguir comprando online? La respuesta, mi respuesta en este caso, es que sí, pero no de forma sistemática. El pequeño y mediano comercio son el pulmón de los barrios y en su extensión de los municipios. El ecommerce debe fusionarse con el comercio tradicional, beben de la misma fuente.
Pozuelo siempre ha sido un pueblo que ha apostado por el comercio de barrio, en el que era habitual ver a los vecinos comprar la prensa todas las mañanas – eso sí, nosotros le llevamos el periódico a casa-, visitar las carnicerías o charcuterías o elegir qué tornillos comprar en las ferreterías de nuestro municipio. Pozuelo Pueblo, la Estación o la avenida de Europa, son algunas de las zonas donde los vecinos siguen comprando día a día. Es necesario que la digitalización esté presente en todos los sectores de la sociedad, pero no podemos dejar de apoyar al pequeño y mediano comercio. Son las arterias de nuestro municipio, las que nos hacen diferentes. Apostar por esto no es quedarse estancado, todo lo contrario, es progresar.
Cuando compras en la tienda de tu barrio estás invirtiendo en tu comunidad, estás invirtiendo en ti.