La crisis económica del 2007 ha supuesto para las economías mundiales un antes y un después. Tras años de travesía en el desierto, cuando en 2014 se empezaron a atisbar las primeras gotas de esperanza, algo hacía presagiar que ya nada sería como antes. En medio de esta situación se quedó varada toda una generación que, si bien se había preparado a conciencia académicamente, no vería su recompensa en el mercado laboral. El último informe publicado por Eurostat posiciona a España a la cabeza en cuanto a paro juvenil se refiere, un récord del que estar poco orgulloso.
Una de las consecuencias más directas en cuanto al desempleo en los jóvenes es el impacto en la emancipación. Según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud, solo el 18,5 % de los jóvenes españoles entre 16 y 29 años viven fuera de casa de sus padres. Este informe destaca la precaria situación laboral como una de las principales dificultades para acceder a la vivienda, ya sea en compra o en alquiler. De hecho, refleja que más de la mitad de los jóvenes asalariados cuentan con contratos temporales y en 4 de cada 10 veces estos tienen una duración inferior a un año.
En esta misma línea, el informe de Fotocasa ‘Los jóvenes y la vivienda en 2019’ afirma que el principal motivo que alegan los jóvenes para que la acción de encontrar casa se vea frustrada son los elevados precios, tanto en alquiler como en compra, que no se adecúan a su difícil situación laboral. En lo que respecta al alquiler, en determinadas ciudades los altos precios imposibilitan el acceso a colectivos vulnerables como pueden ser los jóvenes.
En el caso de la compra, la problemática deriva de la falta de capacidad de ahorro para poder acceder al 20 % requerido por las entidades bancarias para la concesión del préstamo hipotecario. Son pocos los jóvenes que pueden reunir unos ahorros del 20 % sobre el precio de compra y, por tanto, no cumplen los requisitos previos para formalizar un préstamo.
La consecuencia directa, como afirma Fotocasa, es que hasta un 21 % de los jóvenes menores de 35 años que han buscado casa para compra o alquiler no la han encontrado. Con este panorama, la tasa de emancipación en España se posiciona en un 18,5 % de media nacional, siendo algo superior en la Comunidad de Madrid con un 19,6 %.
Desde ASPRIMA, la patronal de los promotores en la Comunidad de Madrid, se reclama la colaboración público–privada para poder facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes. Las posibilidades son varias: desde la disposición de suelo público para el desarrollo de vivienda asequible hasta que las mismas administraciones actúen como avalistas de aquellos jóvenes que, aun teniendo capacidad de pago, no la tienen de ahorro.
El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón cuenta con capacidad para 350 viviendas en la zona de Montegancedo. Estas viviendas en régimen libre permitirán al cabildo de este municipio del noroeste de Madrid aportar su grano de arena a la problemática del acceso de los jóvenes a la vivienda en un entorno con múltiples opciones para el bienestar y el deporte.
El difícil acceso a la vivienda es un problema social que afecta a muchos jóvenes y es responsabilidad de todos combatirlo.