La pandemia sanitaria producida por el coronavirus Covid-19 ha provocado un cambio radical en la sociedad y se ha creado un punto de inflexión para la instauración del teletrabajo en todos los continentes. Muchas empresas a nivel mundial han tenido que apostar por esta nueva opción ante la imposibilidad de realizar sus actividades en las oficinas físicas de las compañías 

Debido al aumento de trabajadores que se han visto empujados a realizar sus funciones desde casa se han puesto en marcha múltiples estudios y desarrollos informáticos que facilitan la tarea. Entre ellas, lUniversidad Politécnica de Madrid, prestigioso centro que dispondrá de nuevas instalaciones en el sector Montegancedo de Pozuelo de Alarcón (Madrid). 

El teletrabajo consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del empleado en la empresa durante una parte importante de su jornada laboral –durante el confinamiento por el estado de alarma en el país, se desarrollaba la jornada completa de manera telemática–Lejos del temor de algunas compañías por que su plantilla rindiera menos, en los últimos meses se han publicado estadísticas que reflejan un aumento del rendimiento y un mayor número de horas dedicadas a la labor profesional.

El principal maná de esta opción es aumentar la calidad de vida, disminuyendo por ejemplo los desplazamientos a los centros de trabajo y permitiendo ahorrar tiempo y dinero. Lo más habitual es que los trabajadores que realizan sus actividades laborales a distancia lo hagan empleando el filtro tecnológico. Los ordenadores son obligatorios para el desempeño del teletrabajo, pero también existen aplicaciones informáticas orientadas a esta labor. Por este motivo, son muchas las empresas las que han nacido a la orilla de esta nueva dinámica para facilitar nuestras obligaciones laborales desde nuestros hogares.  

 

Los orígenes del teletrabajo  

En la década de los años 70, debido a los problemas que atravesaba Estados Unidos por la crisis del petróleo, el físico Jack Nilles comenzó a buscar opciones para “llevar el trabajo al trabajador” y no que el empleado tuviera que desplazarse hasta su puesto. Acabada de surgir la idea del telecommutingLa práctica se empezó a llevar a cabo, pero todavía existían limitaciones técnicas que impedían la implementación del nuevo sistema en todas las empresas. Hoy en día, los frenos tecnológicos han desaparecido casi por completo y las herramientas a nuestro alcance hacen más que factible esta nueva dinámica.  

Ventajas del teletrabajo para el empleado: 

  • Aumento de la productividad. 
  • Más oportunidades laborales. 
  • Mayor especialización. 
  • Crecimiento de la vida familiar. 
  • Aumento de la autonomía y movilidad. 

 

Ventajas para la empresa: 

  • Menos problemas de convivencia entre trabajadores. 
  • Descenso del coste de producción. 
  • La necesidad de infraestructura es menor. 
  • Más acceso a profesionales de alto nivel. 
  • Será más sencillo la implantación del trabajo por objetivos.  

 

Desventajas globales: 

  • Los vínculos personales y profesionales se pueden ver afectados.
  • Falta de uniformidad de las plantillas. 
  • Mayor dependencia de las nuevas tecnologías, lo que conlleva estar muy pendiente del buen funcionamiento de estas. 
  • Dificultad a la hora de trabajar todos los equipos a la vez debido a la amalgama de horarios. 
  • Solo es aplicable a un número de profesiones y profesionales.