Hoy vamos con un post que va a dar qué hablar. El motivo está claro: cada uno tiene sus gustos y no va a ser fácil discernir cuál es la mejor playa por encima de las demás. Igual si hablásemos de zonas de Pozuelo para leer un buen libro y dar un relajante paseo sí lo tendríamos claro: Montegancedo. 

Perfectamente podríamos escribir un libro sobre esta temática -no lo descarto, que conste-, España es uno de los países del mundo con mejores playas. Además, en los últimos 20 años, la concienciación por cuidar el medioambiente y el reciclaje ha mejorado el aspecto de nuestras costas.  

No voy a poner notas, eso os lo dejo a vosotros, pero lo que viene a continuación son las verdaderas joyas de la corona de nuestro país. 

 

La playa de Bolonia. Cádiz. El paraíso perdido. 

Caminar por los casi cuatro kilómetros de arena de esta maravilla te hace replantearte las prioridades de tu vida. Este paraíso natural, perteneciente a Tarifa, tiene una firma identificativa: sus dunas. 

Quién haya ida a Bolonia, obligatoriamente ha subido hasta la cima de su duna para intentar ver Marruecos al otro lado del mar. Olas de cristal, las vacas paseando por la orilla mientras te bañas, un atardecer hipnótico… Parece sacado de una novela, pero existe.  

 

Playa de Los Muertos. Cabo de Gata. Almería. 

Muchas veces pensamos que todo lo mejor está fuera de nuestras fronteras, pero si investigásemos nos daríamos cuenta que vivimos en el edén que relata la mismísima biblia: buena gente, fantástica gastronomía y una geografía envidiable. 

Haz la maleta y baja hasta el parque natural del Cabo-Nijar. Lleva buen calzado porque hay que andar un poco y nada más llegar planta tu sombrilla en una de las calas de ensueño de Carboneras. Las películas de piratas que veías de pequeño perfectamente podrían haber sido rodadas en la Playa de Los Muertos. 

Si te gusta el nudismo, en la parte izquierda de la playa está permitido. Eso sí, no hay chiringuito, ni socorrista -no vayas de valiente. Yo mismo vi mi vida pasar delante de mis ojos por creerme un vigilante de la playa-. Sus olas son altas y debes tener cuidado si no eres un experto bañista. Por lo demás, disfruta de una de las mejores calas del mundo. 

 

Playa de Covachos. Santa Cruz de Bezana. Cantabria. 

De sobra es conocido por todos que en Cantabria llueve a la semana un día sí y un día también. Pero si tienes suerte, puedes disfrutar de esta pequeña playa de apenas 50 metros de largo. Cuando baja la marea, se conecta  con el islote que da nombre a este rinconcito tan diferente. Su entorno es dibujado por roca caliza y una arena finísima. 

Para llegar hasta allí tienes que hacerlo en coche. Eso sí, cuando hayas aparcado, no es muy difícil, tienes que descender por unas escaleras vertiginosas que te llevaran hasta a una playa “virgen”. No hay chiringuito ni alquiler de tumbonas, pero eso es lo de menos. Disfrútala, no te arrepentirás. 

 

Macarella. Menorca. 

Hundida entre las rocas y apenas unos metros de un pinar nos encontramos una playa de culto. El Mediterráneo es el telón de fondo de una de las calas más visitadas por turistas y menorquines. Esto último se puede convertir en un problema porque en verano hay momentos que es complicado acceder a la cala. Un consejo bueno sería irse a la cala contigua, la Macarelleta. Más pequeña y nudista, pero igual de espectacular.